
http://www.20minutos.es/noticia/911342/ ... os/#claves
te dice que si te pillan a 200 en un sitio de 120 te quitan el coche y si te pillan a 120 en ciudad tambien, luego si te pillan los radares te lo pueden quitar.InSoMnIa escribió:"También perderán sus vehículos aquellos conductores considerados kamikazes, que modifiquen la señalización de la vía (como tapar radares de velocidad), que conduzcan sin carné y que se nieguen a realizar la prueba de alcoholemia y drogas"
Después de leer los titurales, si veis la noticia no pone nada de los que cazen los radares, si no los que TAPEN los radares. Tener en cuenta que lo que les conviene es que sigan circulando para multar y recaudar de nuevo!
.A.H.O. tiene 25 años, es de Ecuador y vive en Barañáin. Ha sido detenido en ocho ocasiones por conducir bebido. "Fuerte olor a alcohol, ojos enrojecidos y habla pastosa" es una descripción que se repite en sus atestados.
Durante años ha acumulado 3.500 euros en denuncias. Y en marzo de 2009 la paciencia del juez llegó a su fin: lo mandó ocho meses a la cárcel. "Es evidentísimo que las penas de multa no le han servido absolutamente para nada. Es más que multirreincidente. Para que aprenda de una vez que no se puede conducir borracho es imprescindible imponer la pena privativa de libertad, y que la cumpla", dijo el juez.
A esta condena seguiría otra de un año y cuatro meses de cárcel tras ser detenido en la calle Monasterio Cilveti de Pamplona por la Policía Municipal. Eran las seis de la mañana, circulaba sin carné (se lo habían retirado) y en la prueba de alcoholemia no sólo dio positivo sino que triplicó el límite.
puede que a ti o a mi nos haya costado sudor y lagrimas conseguir el coche y pagarlo. pero que no te cueste a ti o a mi lagrimas el que un borracho o un kamikace vaya haciendo lo que le salga de los cojones por la vida.Hay conductores que son detenidos una y otra vez. Finalmente los jueces terminan mandándolos a la cárcel. Es el caso de V.M.R.B., un vecino de Pamplona de nacionalidad ecuatoriana y de 32 años. Los jueces le retiraban el carné por circular bebido, pero seguía conduciendo. Y además borracho. Así hasta cuatro veces en menos de dos años.
La cuarta sentencia le obligaba a entregar nuevamente el carné en el juzgado pero, antes de que lo depositara físicamente y pese a saber que ya no podía conducir, se puso al volante del coche. Ocurrió el 16 de febrero de 2009. Y lo hizo además tras haber consumido alcohol.
A las once de la mañana se le practicó la prueba de la alcoholemia. Dio 0,81 miligramos por litro, más de tres veces el límite permitido por la ley.
Esto supuso una quinta condena, y aquí la decisión del juez fue fulminante: lo envió directamente del juzgado a la cárcel para permanecer allí nueve meses.